Dos textos elaborados por Sol Lewitt: Párrafos sobre Arte Conceptual (1967) y Oraciones sobre el arte conceptual (1969)

Párrafos sobre Arte Conceptual (1967)

1. Los artistas conceptuales son más místicos que racionalistas. Llegan a conclusiones que la lógica no puede alcanzar.
2. Los juicios racionales repiten juicios racionales.
3. Los juicios irracionales llevan a una nueva experiencia.
4. El arte formal es esencialmente racional.
5. Pensamientos irracionales deben ser atendidos absoluta y lógicamente.
6. Si el artista cambia de idea en la mitad de la ejecución de una pieza, compromete el resultado y repite resultados pasados.
7. La voluntad del artista es secundaria con respecto al proceso que ocurre desde la idea hasta la finalización de una obra. Su voluntad podría ser solo ego.
8. Cuando usamos palabras como “pintura” o “escultura”, éstas connotan una tradición e implican la consecuente aceptación de ésta tradición, limitando, de éste modo al artista, el cual será reticente a hacer arte que vaya más allá de las limitaciones.
9. El concepto y la idea son diferentes. La primera implica una dirección general, mientras la última es la puesta en juego del concepto. Las ideas llevan implícito al concepto.
10. Las ideas pueden ser obras de arte. Están en la cadena de desarrollo que, eventualmente, encontrará cierta forma. No todas las ideas necesitan ser materializadas.
11. Las ideas no advienen necesariamente en un orden lógico. Pueden ubicarlo a uno en direcciones inesperadas, pero una idea debe ser necesariamente completada en la mente antes que la próxima comience a formarse.
12. Por cada obra de arte que se materializa, hay muchas variaciones de ésta que no lo hacen.
13. Una obra de arte puede ser entendida como un cable conductor desde la mente del artista a la mente del espectador. Pero puede nunca llegar a éste espectador y puede nunca salir de la cabeza del artista.
14. El diálogo entre una artista y otro puede inducir a una asociación de ideas, si ellos comparten el mismo concepto.
15. Ninguna forma es intrínsecamente superior a otra. Así, el artista puede usar cualquier cosa, desde una expresión en palabras (escritas o verbales) hasta la realidad física, sin distinción.
16. Si las palabras son usadas, y ellas provienen de ideas sobre arte, entonces son arte y no literatura; los números no son matemáticas.
17. Todas las ideas son arte si tratan de arte y recaen en las convenciones artísticas.
18. Uno usualmente entiende el arte del pasado aplicando convenciones del presente, malinterpretando así el arte del pasado.
19. Las convenciones artísticas son alteradas a través de obras de arte.
20. El arte exitoso altera nuestras percepciones y cambia así nuestro entendimiento de las convenciones.
21. La percepción de ideas nos lleva a nuevas ideas.
22. El artista no puede imaginar su arte y tampoco puede percibirlo hasta que esté completo.
23. El espectador puede percibir erróneamente (entender diferente al artista) una obra de arte. Sin embargo, puede formar una cadena propia de pensamiento a través de esa construcción errónea.
24. La percepción es subjetiva.
25. El artista puede no entender necesariamente su arte. Su percepción no es ni mejor ni peor que la de los otros.
26. Un artista puede percibir mejor el arte de otros antes que el suyo propio.
27. El concepto de una obra de arte puede incluir la preocupación por la pieza o por el proceso en que ésta es fabricada.
28. Una vez que la idea de la pieza está establecida en la mente del artista y la forma final está decidida, el proceso de fabricación es llevado a cabo ciegamente. Hay muchos efectos colaterales que el artista no puede imaginar. Éstos pueden ser usados como ideas para nuevos trabajos.
29. El proceso es mecánico y no debe ser forzado. Debe seguir su curso.
30. Hay muchos elementos involucrados en una obra de arte. Los más importantes son los más obvios.
31. Si un artista usa la misma forma en un grupo de obras de arte, y cambia el material, uno pensaría que el concepto del artista involucra al material.
32. Las ideas banales no pueden ser rescatadas por una bella ejecución.
33. Es difícil estropear una buena idea.
34. Cuando un artista aprende demasiado bien su artificio, crea arte bien logrado.
35. Estas oraciones comentan sobre arte, pero no son arte.


Oraciones sobre el arte conceptual
(1969)

El editor me escribió que está a favor de evitar “la noción de que el artista es una especie de mono que debe ser explicado por el crítico civilizado”. Esto debería ser una buena noticia tanto para los artistas como para los monos. Con esta declaración espero justificar su confidencia. Para usar una metáfora del béisbol (un artista quería sacar la pelota fuera del parque, otro quería pegarle a la pelota donde había sido arrojada), estoy agradecido por la oportunidad de golpear por mi cuenta.
Me referiré al tipo de arte con el que estoy comprometido como ‘arte conceptual’. En el arte conceptual la idea o concepto es el aspecto más importante de la obra. Cuando un artista usa una forma artística conceptual, significa que todos los planes y decisiones se toman previamente y la ejecución es un asunto secundario. La idea se transforma en una máquina que hace arte. Este tipo de arte no es teorético o ilustrativo de teorías; es intuitivo, está comprometido con todo tipo de procesos mentales y no tiene propósito. Suele ser libre e independiente de la habilidad del artista como artesano. El objetivo de un artista que se ocupa de arte conceptual es hacer que su obra sea mentalmente interesante para el espectador, y por lo tanto querrá transformarla en algo emocionalmente seco. Sin embargo, no hay razón para suponer que el artista conceptual quiera aburrir al observador. Sólo la expectativa de una patada emocional, a lo que nos acostumbra el arte expresionista, es lo que disuadiría al observador de percibir este arte. El arte conceptual no es necesariamente lógico. La lógica de una pieza o serie de piezas es un dispositivo que se usa algunas veces, sólo para ser arruinado. La lógica puede ser usada para camuflar la intención real del artista, para calmar al espectador haciéndole creer que entiende la obra, o para inferir una situación paradojal (como lógico vs. ilógico). Algunas ideas son lógicas en su concepción pero perceptualmente ilógicas. Las ideas no precisan ser complejas. La mayoría de las ideas exitosas son ridículamente simples. Las ideas exitosas suelen aparentar de simplicidad porque parecen inevitables. En términos de ideas el artista es libre incluso de sorprenderse a sí mismo. Las ideas son descubiertas por intuición.
No importa mucho cómo se ve la obra de arte. Tiene que parecer algo si tiene forma física. No importa qué forma pueda finalmente tener, siempre debe comenzar con una idea. Es el proceso de concepción y realización lo que incumbe al artista. Una vez que el artista le dio realidad física, la obra está abierta a la percepción de todos, incluido el propio artista. (Uso la palabra percepción para decir la comprensión de los datos sensuales, la comprensión objetiva de la idea, y simultáneamente una interpretación subjetiva de ambos). La obra de arte puede ser percibida sólo cuando está completa.
El arte que apunta principalmente a la sensación visual sería llamado perceptual más que conceptual. Esto incluiría a la mayor parte del arte óptico, cinético, lumínico y de color.
Como las funciones de concepción y percepción son contradictorias (una pre, la otra post) el artista mitigaría su idea aplicándole un juicio subjetivo. Si el artista desea explorar su idea profundamente, entonces las decisiones arbitrarias o casuales serían llevadas a un mínimo, mientras que el capricho, el gusto y otros antojos serían eliminados de la composición del arte. La obra no debe ser necesariamente rechazada si no se ve bien. A veces, lo que al principio puede parecer torpe puede ser visualmente placentero.
Trabajar con un plan previo es un modo de evitar la subjetividad. También evita la necesidad de diseñar cada obra a su turno. El plan diseñaría la obra. Algunos planes requerirían millones de variaciones, y algunos un número limitado, pero ambos son finitos. Otros planes implican infinitud. En cada caso, sin embargo, el artista seleccionaría la forma básica y las reglas que gobernarían la solución del problema. Luego de eso, cuantas menos decisiones hechas en el curso de completar la obra, mejor. Esto elimina lo más posible la arbitrariedad, el capricho, y la subjetividad. Esta es la razón para usar este método.
Cuando el artista usa un método múltiple modular suele elegir una forma simple y accesible. La forma en sí es de importancia muy limitada; deviene la gramática para el total de la obra. Usar formas básicas complejas sólo desbarata la unidad del todo. Usar repetidamente una forma simple reduce el campo de la obra y concentra la intensidad en la distribución de la forma. Esta distribución deviene el fin mientras que la forma deviene el medio.
El arte conceptual no tiene mucho que ver con la matemática, la filosofía, o cualquier otra disciplina mental. La matemática usada por muchos artistas es simple aritmética o sistemas numéricos. La filosofía de la obra está implícita en ella y no es una ilustración de ningún sistema filosófico.
No interesa realmente si el observador entiende los conceptos del artista al ver la obra de arte. Una vez que está fuera de sus manos, el artista no tiene control sobre el modo en que un observador percibirá la obra. Cada persona comprenderá la misma cosa de manera diferente.
En el último tiempo se ha escrito mucho sobre arte minimal, pero no descubrí a nadie que admitiera estar haciendo ese tipo de cosa. Hay otras formas de arte dando vueltas llamadas estructuras primarias, arte reductivo, despreciativo, cool, y mini-art. Ningún artista que conozco tampoco se adscribiría en alguno de estos. Por lo tanto, concluyo que es parte del lenguaje secreto que usan los críticos de arte para comunicarse entre ellos por medio de revistas de arte. El mini-art es mejor porque recuerda a una de esas chicas de piernas largas y minifaldas. Debe referirse a obras de arte muy pequeñas. Esta es una muy buena idea. Quizás las exhibiciones de mini-art deberían enviarse alrededor del mundo en cajitas de fósforos. O quizás el mini-artista es una persona muy pequeña, digamos de menos de cinco pies. Si fuera así, muchas buenas obras se encontrarían en los colegios primarios (colegios primarios estructuras primarias).
Si el artista lleva adelante esta idea y la hace una forma visible, entonces todos los pasos del proceso son importantes. La idea en sí, incluso si no se visualiza, es tanto una obra de arte como cualquier producto terminado. Todos los pasos que intervienen -garabatos, borradores, dibujos, modelos, estudios, pensamientos, conversaciones- son de interés. Aquellos que muestran el proceso de pensamiento del artista son a veces más interesantes que el producto final.
Determinar el tamaño de una pieza es difícil. Si una idea requiere tres dimensiones, entonces parecería que cualquier tamaño está bien. La pregunta sería cuál es mejor. Si la cosa fuera gigante, entonces el tamaño en sí sería impresionante y la idea se perdería del todo. Igualmente, si la cosa es demasiado chica, puede ser inconsecuente. La altura del observador puede determinar la obra, así como también el tamaño del espacio en donde será ubicada. El artista puede querer ubicar objetos más abajo o más arriba de la mirada del observador. Creo que la pieza debe ser lo suficientemente grande para dar al observador la información que necesita para entender la obra, y debe por lo tanto ubicarla de tal modo que facilite esta comprensión. (A no ser que la idea sea de impedimento y requiera dificultad de visión o acceso).
El espacio puede pensarse como un área cúbica ocupada por un volumen tridimensional. Cualquier volumen va a ocupar espacio. Es aire y no puede ser visto. Es el intervalo entre las cosas que pueden ser medidas. Los intervalos y mediciones pueden ser importantes para una obra de arte. Si ciertas distancias son importantes se harán obvias en la pieza. Si el espacio tiene una importancia relativa puede ser regularizado e igualado (cosas ubicadas a distancias iguales) para mitigar cualquier interés en los intervalos. El espacio regular puede también devenir un elemento para medir el tiempo, una especie de pulso regular. Cuando el intervalo se mantiene regular todo lo irregular gana en importancia.
La arquitectura y el arte tridimensional son de naturalezas completamente opuestas. La primera implica un área con una función específica. La arquitectura, sea o no una obra de arte, debe ser utilitaria, si no falla por completo. El arte no es utilitario. Cuando el arte tridimensional comienza a asumir algunas de las características, como formar áreas utilitarias, debilita su función como arte. Cuando el observador se empequeñece por el gran tamaño de una pieza, esta dominación enfatiza el poder físico y emotivo de la forma a expensas de perder la idea de la pieza.
Los nuevos materiales son una de las mayores aflicciones del arte contemporáneo. Algunos artistas confunden nuevos materiales con nuevas ideas. No hay nada peor que ver al arte revolcándose en llamativas chucherías. La mayoría de los artistas que se ven atraídos por estos materiales son los que carecen de la rigurosidad mental que les permitiría usarlos bien. Se necesita un buen artista para usar nuevos materiales y transformarlos en obra de arte. El peligro es, creo, darle tanta importancia a la fisicalidad de los materiales y que eso se transforme en la idea de la obra (otro tipo de expresionismo).
El arte tridimensional de cualquier tipo es un hecho físico. Esta fisicalidad es su contenido más obvio y expresivo. El arte conceptual está hecho para comprometer la mente del observador más que su ojo o sus emociones. La fisicalidad de un objeto tridimensional deviene entonces una contradicción a su intento no-emotivo. El color, la superficie, la textura, y la forma solo enfatizan los aspectos físicos de la obra. Cualquier cosa que llama la atención del observador en esta fisicalidad es lo que disuade nuestro entendimiento de la idea y es usado como dispositivo expresivo. El artista conceptual buscaría profundizar este énfasis en la materialidad lo más posible o usarlo de modo paradojal (convertirlo en una idea). Este tipo de arte, entonces, debería expresarse con la mayor economía de medios. Cualquier idea que es expresada mejor en dos dimensiones no debería estar en tres dimensiones. También las ideas pueden expresarse con números, fotografías, o palabras o de cualquier manera que el artista decida, no siendo la forma lo importante.
Estos párrafos no intentan ser imperativos categóricos, pero las ideas expresadas son lo más cercano a mi pensamiento actual. Estas ideas son el resultado de mi obra como artista y están sujetas a cambiar según cambie mi experiencia. He intentado expresarlas con la mayor claridad posible. Si las aseveraciones que hago son poco claras puede significar que el pensamiento no es claro. Incluso mientras escribía estas ideas parecía haber inconsistencias obvias (que he intentado corregir, pero otras probablemente se escapen). No defiendo una forma de arte conceptual para todos los artistas. Creo que ha funcionado bien para mí. Es una manera de hacer arte; otras maneras sirven a otros artistas. Tampoco creo que todo arte conceptual amerite la atención del observador. El arte conceptual es bueno sólo cuando la idea es buena.